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lunes, 19 de septiembre de 2011

CHARLEMOS

Ven... charlemos
deja correr la madrugada,
el café que acompaña
es frío como tu mirada.
Ven... que las palabras
se desprendan con calma,
como brillos de faroles
antes que llegue el alba.
No puedes ignorar la historia
que prendida va en tu frente,
aunque guardes recelos
en un nimbo de puertas cerradas,
con candados de sombras
y espinas inventadas.
El albar de tus cabellos
muestran tu vida,
no trates de esconder
con el oscuro olvido.
Ven... recordemos...
pidamos otro café,
aún queda tiempo
saquemos lo que quedó.
...Luego cada cual
seguirá su camino,
mientras tanto charlemos
aunque sea por lo vivido...

6 comentarios:

  1. Me gustó.
    Creo sinceramente que charlas con café por medio, sellan amistades importantes... Aunque de tus palabras se desprenda que esa noche termina todo y mi teoría quede refutada...
    Me parece que es porque "dejaron enfriar el café"... El café se toma bien caliente... y, jamás a las tres y diez (para no caer en la tragedia de "La Borra del café" de Benedetti)

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  2. Si los pocillos de café hablaran, no alcanzarían
    las hojas de un libro para contar las historias
    escuchadas, a mi tambien me gusta el café bien caliente con un toque de crema o leche y en taza
    grande.

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  3. Obviamente que el café es la excusa, el catalizador, el nexo….lo importante es “el charlemos” y luego puede la moneda volver a echarse al aire... caer de cara, de cruz o de canto….

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  4. Larabi, siempre primero está el charlemos, luego es como decís, vemos, tal vez, quizás...

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  5. ¡Que hermosos poema y pintura!
    "...que (las)MIS palabras se desprendan con calma..." es lo que busco todo el tiempo...
    Un abrazo

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  6. Hola Mi Tucumán, siempre llegan estan ahí esperando el momento.

    Un abrazo

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