sabiendo que son más
las que prendidas en las ramas,
dan abrigo y sombra a mi pasar.
Estelas que van dejando
mis pasos,
esparcido en el polvo
que baila con el viento.
Arrullos de torcazas
prendidas en el ojal,
y el camino largo
alambrado de estrellas,
como montoncitos de escarcha
en alas de mariposas.
Puedo ver los sauces
mojar su cabellera en el río.
entre el verdor trebolar
y azules de lino.
con coplas en mi boca,
mezclando con versos
enaltecidos de volver.
Volver donde la niñez
como grafittis en las esquinas
son huellas inalterables
del comienzo de mi historia.