En que vides
quedó el dulzor

Amarrado al muelle
está el velero de la espera.
Por una zonzera partió
la tormenta de una pasión,
dejando el olor
a tierra mojada
en los sentidos
de llovizna gris.
Murmuraron las rosas
que sangran
el rojo de pinceles secos,
escuálidos reflejos en lienzos
que supieron ser
palomas al viento.
adornando paredes
donde tu nombre
era grabado en luceros.
La inocencia de pies descalzos
dejo vacía mi alma... te extraño.