quedo en hojas secas,
de mis manos brotaron
páginas en blanco.
Cayó sobre la tarde
oscuro fango,

en este otoño de abril.
El eco de mi silencio
arde en mis ojos,
y están las gaviotas
en la playa desierta.
Sin luna, sin sol,
no quiero ésta niebla
que va cegando
de a poco la razón.