y dejó paso a las caricias,
las palabras silenciaron
dejando solo la miel de tus besos.
Envueltos en sábanas de seda
tus muslos se confundían,
mis manos buscaban
el Venus de la vida.

en su cumbre llegaron mis besos,
que apagaron los clamores
de auras copas enchidas.
En tu furia apacentaste
el confuso gemir de lirio,
ya libre de tormentos bravíos
quien quita lo vivido.
Brotaron mieles blancas plácidas de goces,
mis brazos en tus hermosos hombros
como una llama abrazaron,
mi boca tus labios colorados mordieron.
Y fuimos solo uno, fuimos el sol,
el mar, la nieve, la montaña, los excesos,
la mejor canción emanó de tu boca
y fueron rosas tus besos.