REMOLINOS DE SOLEDADES

Gime el viento
en la arboleda, 
la luna gotea lágrimas
en el viejo jardín.
La noche de abril
desgarra soledades,
en los rosales
que quieren sangrar.
Caminan las ausencias
entre las lilas
de amantes trasnochados
por caminos de papel.
Abstracta de toda
belleza la noche,
empalidece tras la puerta
que espera verte.
 

SIN COLOR

Ya no corren hilos de color
entre mis dedos,
solo quedan sombras
bordeando el camino.
El bastidor en el atril
espera la caricia de un pincel
que tirado en el piso
semeja la muerte.
De que sirvieron los días
donde mis ojos sintieron el arco iris,
donde quedó el pétalo de la rosa
que una vez fue flor.
Triste es el silencio
del aletear de gorriones
que vuelan desde el alba 
dejándome solo tras la ventana.
En éste amanecer gris
de llovizna gris
que va opacando
mi día gris sin retorno.

ANSIANDO TUS BESOS

Comenzó a hundirse la tarde,
el coro de grillos encendían
farolas desiertas.
Tus pies descalzos abrazaron
cual felinos hacia la presa,
tendido te miraba en silencio
ansiando tus besos.
En la tenue penumbra
pude presentir tu piel,
dorada de soles, húmeda de mar.
Cae el cielo nocturno
sobre tu pelo,
reflejo azul 
quedó en tus ojos,
las sábanas por el suelo
contaban nuestra 
historia de amor.

PARA SEGUIR SOÑANDO

Aroma a romero y rosas
endulzan la noche,
tu pelo negro
ayuda en la oscuridad
a mostrar todas las estrellas.
Y es tu boca roja
la sangre de mis venas
que recorren lo mas
hondos sentires
de tu amor y el mío,
engarzando éste río
que busca el mar
para seguir soñando,
como violetas de mi jardín
mojadas de rocío
con el despertar
de la mañana.

PINCELES SECOS

En que vides
quedó el dulzor
de tus besos.
Amarrado al muelle
está el velero de la espera.
Por una zonzera partió
la tormenta de una pasión,
dejando el olor
a tierra mojada
en los sentidos
de llovizna gris.
Murmuraron las rosas
que sangran
el rojo de pinceles secos,
escuálidos reflejos en lienzos
que supieron ser
palomas al viento.
adornando paredes
donde tu nombre 
era grabado en luceros.
La inocencia de pies descalzos
dejo vacía mi alma... te extraño.
 
 

GALOPA EL TIEMPO

Como galopa el tiempo,
recuerdo tus manos magras
servirme primorosamente
el desayuno...
cuando por las mañanas
te visitaba.
Te fuiste de viaje
entre mis brazos
hacia estrellas lejanas...
asombrados mis ojos
te vieron partir.
Ya pasó un año
de aquella tarde húmeda, 
con lágrimas de cielo
que acompañaron las mías.
Te extraño madre,
 sé que ya no podré verte...
Siento la ausencia 
en cada rincón,
y no puedo dejar de escapar
una lágrima
con tu nombre y la ternura
que siempre dejaste en mi.
 

NIEBLA EN MIS OJOS

El manantial
quedo en hojas secas,
de mis manos brotaron
páginas en blanco.
Cayó sobre la tarde
oscuro fango,
se agrisaron los colores
en este otoño de abril.
El eco de mi silencio
arde en mis ojos,
y están las gaviotas
en la playa desierta.
Sin luna, sin sol,
no quiero ésta niebla
que va cegando
de a poco la razón.

ALAS DE CARBÓN

Dulce sonido nocturno
de estrellas,
un caminante
de paso silente ignora
las agujas
que marcan el tiempo.
Tal vez su alma dolorida
busca la luz
que se encenderá 
algún día.
Dispersos por el aire
vuelan besos
que no pueden olvidar
que ya fueron olvidados.
Almas en pena
en busca de mieles,
en la inmensidad del surco
de la oscuridad.
Mariposas marchitas
aletean sus alas de carbón,
condenadas a ser noche.
Acaso son amores perdidos
que por amar poco
no podrán volver a amar jamás.

 

ANGUSTIA

Herido el cielo
de crepúsculo 
sanguíneo y nubes
rojizas de sombras.

Y el mar...
el mar con su boca 
salada pedía
el dulzor de tu boca.

Solo la arena 
y el crepúsculo
conocieron el secreto
de mi dolor.

Como un fuego
terminó el día,
azul negro arrulló
tu recuerdo.
 
 

AZUL QUE ENAMORA

Ojo azul que enamora
en el remolino de tu espuma,
mar de Liguria mojas
mis pies con tu eternidad.
De nuevo estoy de vuelta
no quería partir
sin verte nuevamente.
Me llevo tu historia y tu voz
mi despedida es como 
un fruto maduro,
abstracto cual poema
sin rima prendido al pecho,
reloj blando de Dalí.
Marcará por siempre
pegado a mi piel
las llamaradas ardientes
de tu sol y de tu cielo.