Una puerta al Arte y la Cultura sin acartonamientos
ni intereses políticos

lunes, 25 de julio de 2011

MEZQUINDADES

Crepúsculo de flores bajo el alero de la casa, la Dama de la
Noche contra la pared deja en libertad dulce y pegajoso su aroma, mientras los primeros grillos batallan con el sonido monocorde y molesto encencendidos en furiosa pasión de No me Olvides.
María sentada en la reposera mira el infinito, y sus ojos marrones se achican para traspasar el infinito que poco a poco se prende de estrellas.
Coros de Hadas y Duendes la rodean... juegan y bailan sobre matas de violetas que mansamente las plantó una tarde cualquiera, no muy lejana, casi, casi el día que Pedro entró corriendo para decirle vas a ser abuela... O quizás lo soñó en su deseo de serlo... era lo que más quería.
Su viaje no le permitió tener en su regazo al niño; fue una de tantas que hoy muchos quisieran regalarle, a veces las mezquindades ajenas no permiten a los sueños realizables y colocan un muro provocando sombras que con el tiempo les pegan fuerte y las lágrimas no alcanzan para lavar esas mezquindades y negaciones hechas a personas nobles y puras de pensamiento que sueñan o soñaban como María... cosas simples que te da la vida.

5 comentarios:

  1. Las lágrimas no terminan de limpiar el dolor que provoca el desamor.El muro termina encerrándonos dentro de una celda, de donde no podemos escapar.Un último juez, si acaso todavía existe, no aceptará excusas ni olvidos: nuestra conciencia. Así de simple, como las cosas simples, aunque inexorables.
    Un fuerte abrazo.

    ResponderEliminar
  2. Tu texto transmite hermosas y melancólicas imágenes. A veces las aparentes mezquindades de unos que quitan la felicidad de otros, no son nada mas que realizaciones personales... A veces incompatibles con la felicidad de los otros... Me gustaría llegar a tener en mis brazos un/a nieto/a por ejemplo, pero... ¿mis hijos desean ser padres? ¿es mezquindad que nuestros deseos no coincidan?
    Cuando los deseos no coinciden, solemos amurallarnos como María y, como la vida termina siendo corta, quedamos cautivos en nuestras celdas... Creo que la salida es romper muros... Pavada!!!!!!!!!!...
    Si logramos quedar fuera de las celdas que nos imponen los muros que construimos podremos entender las mezquindades nuestras y la de los otros... María ya no puede

    ResponderEliminar
  3. Hola Marce, de nada sirven las lágrimas cuando el ser que queremos ya no está. El remordimiento no
    puede reemplazar lo que pudimos dar por mezquinas situaciones de tiempo, nos negamos a una
    caricia con una palabra que puede hacer feliz o otro.

    Un abrazo

    ResponderEliminar
  4. Sí Hilda tenés razón no podemos por nuestras mezquindades reclamar a otros, pero ésas personas después se arrepienten cuando es tarde y viven toda la vida con la carga de no haber hecho feliz a alguién, y hacerlo cuando ya no estan diciendo que es una especie de homenaje.

    ResponderEliminar
  5. No Roberto, los homenajes se hacen en vida. Después... no hay después, no sirve para nada (o sí, para quedar bien con quien oye ya que delante del espejo...)
    No me refería a las manifestaciones de afectos o a las atenciones para con el otro ser al cual querés. Yo me refería a lo de los nietos u otra elección de vida.
    Hay personas que les cuesta mucho manifestar sus afectos, creo que se deben sentir "desnudos" al decirle al otro, así sea su familiar más cercano, que lo quieren... son limitaciones muy profundas...

    ResponderEliminar